Historia: Se cree que su origen está en los cruces de perros pastores insulares y continentales (Puli, Briard). Unos, opinan que proviene de los cruces entre razas de perros pastores como el mastín italiano, que llegó a las Islas Británicas en la época de los Romanos. Otros, defienden que es una raza antigua, ya que el pintor inglés Gainsborough lo retrató en el 1771, aunque hay quienes opinan que éste era un Terrier grande de mucho pelo, no un Bobtail. Fue reconocido oficialmente en Gran Bretaña en 1888 y en 1900 se fundó el primer Club en los Estados Unidos.

Características: Es de tipo fuerte, compacto y musculoso, de silueta más bien cuadrada. La cabeza cuadrada y con un hocico ancho y trufa negra, los ojos, apenas se le ven por el manto de pelo que los cubre, son de color oscuro o azules. Las orejas son pequeñas y caídas. El cuello es ancho y corto, el pecho profundo y con la cruz más baja que el lomo. El cuerpo aparentemente es corto y compacto. Las patas son fuertes, robustas con pies redondos y de grandes almohadillas. La cola es amputada o no existe. El manto de pelo es abundante y un poco áspero, no rizado del todo con subpelo suave y abundante. El color del manto es blanco, gris, entrecano y azul. La cabeza, cuello, miembros y vientre deben ser blancos, el resto de tono uniforme con manchas blancas. Alcanzan una altura de 61 centímetros en los machos y 56 centímetros en las hembras. Su peso estará entre 25 y 30 kilos.

Comportamiento y carácter: Es por excelencia el perro “osito de peluche” para los niños, ya que es afectivo, cariñoso, dócil y juguetón. Aunque tiene carácter fuerte y no hay que ser blando en su educación, es equilibrado, fiel y valiente. Le gusta correr y jugar todos los días, pero puede vivir bien en la ciudad. Requiere ser cepillado a diario y no lleva bien las altas temperaturas. Ha pasado de ser perro pastor a perro de compañía. Llama mucho la atención su graciosa forma de andar, dando saltitos con aires de payaso.