Todas las tortugas son ovíparas y ponen los huevos en nidos excavados bajo tierra. Muchos propietarios que dedican el suficiente espacio en sus jardines y estanques a las tortugas se han visto recompensados con la alegría de ver evolucionar unos huevos de los que al final nacen minúsculas criaturas. El proceso no es sencillo porque requiere que las condiciones del hábitat en que se encuentran sean perfectas. Si algún lector de esta guía llega a necesitar información acerca de la crianza de estos animales, probablemente es ya un experto aficionado y ha tenido que estudiar muchos libros sobre sus quelonios (como también se conoce a las tortugas).