Dentro de las agentes micóticos con posible transmisión al hombre se encuentran los contagios por Histoplasma, Blastomyces, Aspergillus, y Cryptococcus en personas que comparten el mismo hábitat que el gato. Tienen tratamiento y, como prevención, debe evitarse el contacto directo con los animales infectados, más si somos sensibles a las infecciones cutáneas.