El coste de la mascota está dentro de un abanico muy amplio. Desde un regalo de alguien que no pretende sacar ningún beneficio de su camada, pasando por un animalito casi gratuito que nos ofrecen en las perreras (a las que debemos pagar generalmente los gastos de identificación y alguna vacuna antes de sacarlo o algún donativo), hasta el precio que cada criador (con mediación de tienda de animales o no) ponga para sus animales de pura raza en función de la categoría de su pedigrí o del valor de los padres, las diferencias de gasto pueden ser abismales. Hay razas que se cotizan mucho más que otras, pero, en líneas generales, podemos afirmar lo difícil que sería encontrar perros de cualquier raza, con pedigrí y procedentes de criador, en una tienda por menos de 400 euros.
No deberíamos adquirir un perro que nos suponga un gran esfuerzo económico porque si nos gastamos todos nuestros ahorros en su compra y con posterioridad ocurre algún accidente o enfermedad seria que tratar, nos veríamos desbordados y sin poder hacerle frente económicamente.