De tamaño similar al hamster, aunque distintos morfológicamente:
- Tiene cola bastante larga y peluda.
- Las patas traseras son más largas que las delanteras, con lo que frecuentemente adopta posturas similares a la de estar sentado. Su paso recuerda vagamente a un canguro en miniatura.
Características
- Vida media un poquito más larga que los hamsters, de 3 a 4 años.
- De naturaleza muy curiosa y amigable, con fama de no morder nunca la mano del que le sostiene.
- Debido a que son originarios de zonas muy áridas aprovechan muy bien el agua, aunque ésta escasee, orinan poco y tienen heces muy secas y duras
- Se adaptan bien a la cautividad, mantenidos en un hábitat similar al de su entorno natural. Tienden a amadrigarse en la tierra o cama de la jaula, aunque esté sucia. No se molestan en colocar un retrete porque para no supone ningún (al no aportar humedad y por ello, apenas olores).
- Estos animales se pueden, por tanto, mantener en jaulas más pequeñas que los hamsters y su limpieza no exige la misma frecuencia. Esto no significa que estén mejor en jaulas minúsculas; cuanto mayores sean los espacios en los que vivan y más llenos de juegos y diversiones, mejor.
- Sus hábitos son más bien nocturnos, tienen muy buena visión en la oscuridad y gran capacidad auditiva.
- Variedad de colores: blanco, marfil, canela, negro, tórtola, _agouti_... . Algunos son uniformes o con manchas blancas.
La reproducción
Es muy sencillo tener una bonita camada de jerbos en casa. Contrariamente a los hamsters, a menudo podemos mantener la familia unida. Tras una gestación de unos 25-28 días nacen los bebés, que normalmente pueden convivir en la misma jaula que sus progenitores sin que suelan darse problemas.
Enfermedades
Son muy similares a las del hamster. Muchas de ellas se pueden evitar manteniendo unas buenas condiciones alimenticias, así como higiénico-sanitarias. Dentro de su alimentación variada, procurando utilizar siempre alimentos en buen estado, es necesario explicar que los jerbos no deben comer demasiadas frutas y verduras frescas (recordemos que provienen de zonas casi desérticas, con organismos acostumbrados a la escasez de agua y sequedad de los alimentos