Animal oriundo de la Cordillera de los Andes, del altiplano de Bolivia, Argentina y de Chile, allí fue encontrada por los conquistadores españoles. Ha sido famosa por su pelaje y aunque es muy probable que nunca hayamos visto un ejemplar vivo, es posible que hayamos oído hablar de los “abrigos de chinchilla”

- La especie más criada es la Chinchilla laniger, que suele vivir unos 10 años.

- Son muy tímidas y asustadizas, pero nada agresivas. Se recomienda alojarlas en amplias jaulas con nidos y escondites para cobijarse.

- Tienen hábitos bastante nocturnos, también se les puede ver activas por el día.

- Su temperatura ideal es la temperatura ambiente que oscila de 10 a 20 grados, pero también pueden aguantar temperaturas bajas. De esto se aprovecha el sector peletero al favorecer el crecimiento de una buena capa de pelo.

- Es importante disponer de "baños de tierra" para mantener un buen pelaje.

- Tiene hábitos alimenticios vegetarianos, se la puede mantener con piensos de conejos o cobayas que complementaremos con frutos secos, verduras frescas y por supuesto, heno.

Alcanzan la madurez sexual a los 8 meses. Podemos mantenerlas en parejas, macho y hembra, pero no es tan fácil conseguir que críen en cautividad como sucede con otros roedores. La gestación es más larga, unas 16 semanas, consiguientemente las crías (sólo dos) nacen más desarrolladas.

Muy similares a las expuestas anteriormente. Las Chinchillas no son animales precisamente baratos por lo que sus propietarios tienden, igual que sucede con el conejo, a prevenir enfermedades y a asegurar las mejores condiciones de vida posible. Se desparasitan contra lombrices intestinales periódicamente y suelen vacunarse contra la rabia.