Es fundamental dar, siempre que quiera, agua a un perro, cachorro o adulto.

- Es indispensable para la hidratación de la piel, para el buen funcionamiento de sus órganos, en el transporte de los nutrientes, etc. De hecho, se necesita para todas las funciones metabólicas del organismo.

- El perro debe ingerir agua cada día.

- Debe estar fresca y ser renovada al menos dos veces al día, o más, sobre todo en las épocas de más calor.

- Si el alimento que toma es seco, el aporte de agua debe ser mayor que si toma alimento húmedo o semi-húmedo.

- El consumo varía de unos animales a otros. Así, es normal que un cachorro beba el doble de agua que su hermano. Si el cachorro hace ejercicio, o en épocas de calor, aumentará su necesidad de líquido.

- Con la alimentación casera es difícil ajustar la cantidad de sal que utilizamos o lo salados que son los ingredientes, por lo que la ingestión de agua variará.

- Una mínima pérdida de agua de su organismo puede suponer un riesgo para su salud y cambios fisiológicos importantes.

En las enfermedades que presentan pérdidas de agua, como los vómitos, diarreas o gastroenteritis, su tratamiento puede requerir sueros intravenosos u orales. Existen diferentes grados de deshidratación, pero, en general, si nuestro cachorro o perro adulto pierde la elasticidad en la piel y ésta tarda en recuperar su forma tras un pellizco, debemos acudir al veterinario.