Las variedades típicas son, al igual que para una pecera, los peces de aguas frías más robustos, resistentes y longevos (se sabe de kois que han sobrepasado los 100 años de vida), que en el caso de un estanque muy grande (hablamos de más de 1.000 litros) crecen muy bien y no es difícil criar en él. Su temperatura corporal ideal oscila de los 14 grados los 25. Cuando ésta desciende mucho, hibernan, dejan de comer y quedan inactivos pero recuperan su actividad con la primavera siguiente