Sus siglas significan Convention International Trade Endangered Species, en castellano, Convenio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.

Se estableció durante la Convención de Washington de marzo de 1973 y propone la protección de todas la especies animales y vegetales en vías de extinción.

Existen ciertas especies protegidas que disfrutan de disposiciones legales para salvaguardar su existencia y, aunque en ocasiones son vendidas como animales de compañía, este hecho constituye un delito.

En este documento se encuentran relacionadas más de 2.500 especies animales y 4.000 vegetales. Dichas medidas deben ser respetadas también para la comercialización de productos derivados de animales protegidos (marfil, carey, etc.).

Encontramos en las listas CITES especies amenazadas cuyo comercio está terminantemente prohibido (grandes simios, tortugas de mar...), especies cuyo comercio podría ocasionar su desaparición, como es el caso de los delfines, lobos, nutrias, etc, o especies, cuyo país de origen, ha formulado una petición especial de protección.

Muchos mamíferos, aves y por supuesto anfibios y reptiles pueblan esa lista.

La venta de animales protegidos es legal si el comerciante acredita que el animal procede de una importación autorizada (que sólo se demuestra si está acuñada con un certificado CITES).

El comercio ilícito sigue floreciendo porque la ley no se cumple y porque las especies amenazadas son comercialmente deseables. Por España pasa un 30% del comercio ilegal del mundo, al resultar ser un enclave idóneo para las actividades comerciales y también, por su propia riqueza y variedad de fauna.

Las organizaciones defensoras de la naturaleza abogan por una educación ecologista, entendiendo que el verdadero amor por la naturaleza es aquel que respeta que el hábitat mejor para los animales y las plantas es el natural. Siempre que se vaya adquirir un animal o una planta exótica se debe exigir el certificado CITES, ya que es el único que demuestra que el ejemplar ha sido criado en cautividad con el fin de ser vendido.