Los gatos tienen un espíritu juguetón y vivo. Una simple bola de papel de aluminio los entretiene durante un buen rato. Son cazadores por excelencia y cualquier cosa que se mueva hará que vayan en su busca: ratoncitos de peluche, pelotas con cascabeles dentro, gomas del pelo etc.
En cuanto a los cepillos o peines, existen diferentes tipos según el pelaje.
En general, hay peines de púas metálicas estrechas o más anchas, el peine corta-nudos para los de pelo más largo, el cepillo de cerdas finas y tupido o el de púas de alambre. Los más díscolos en la materia del aseo prefieren el guante, que a la vez que les acaricia sirve para quitarle algún pelo.
Es recomendable acostumbrarles desde pequeños a llevar un collar con una placa que indique el nombre o teléfono de su amo y que tenga un cierre de seguridad en el que la terminación de uno de los encajes sea de goma elástica, por si el gato quedara enganchado en algún sitio.
Con los avances de la tecnología, hoy en día disponemos de gateras para que pueda entrar y salir de la casa sin necesidad de dejar las puertas abiertas. La novedad está en que hay gateras que, mediante un dispositivo electro-magnético colocado en el collar de nuestro gato, le permitirán atravesarla sólo al que lo lleve puesto, no a los del vecindario.